sábado, 31 de agosto de 2013

El Síndrome de la Euforia Postvacacional (SEP)



Hoy he atendido en la consulta a una persona afecta de un Síndrome de Euforia Postvacacional (SEP)

Es el primer caso que conozco entre mis pacientes al margen de lo leído en la prensa específica del sector y la literatura internacional-

Veréis. La paciente se fue de vacaciones con la mosca tras la oreja de que a la vuelta, su empresa, que no anda muy boyante que digamos, iba a plantear un ERE y las posibilidades de que a ella te tocase eran más bien altas ya que se había incorporado de las últimas.

Y resulta que los malos augurios no se han cumplido y que de EREs, nada de nada, que hay unos nuevos pedidos y que sin echar las campanas al vuelo,  la sombra de perder el empleo se aleja a corto plazo.

Y claro, una situación tan peculiar le ha producido una serie de síntomas a los que últimamente no estaba acostumbrada. Sonríe con excesiva facilidad, risa floja en ocasiones, tendencia a la verborrea, aumento significativo de la tolerancia, ganas inusuales de hacer cosas, de salir, de dar un paseo, de tomar un pintxopote y por qué no decirlo, hasta le ve a su "churri! con otros ojos.

Y claro, esto no se puede consentir. Porque está demostrado que estas situaciones no son buenas para la salud. Aumenta la frecuencia cardiáca, la tensión arterial se eleva en 1 mm de mercurio la sistólica, las posibilidades de perder la concentración al volante aumentan etc etc

Por eso la industria farmacéutica se ha concienciado de esta nueva enfermedad (también llamada "disease mongering") y asumiendo su responsabilidad social, ha comenzado a poner en práctica el famoso decálogo del Dr Gavilan que me permito, por su trascendencia, reproducir aquí para conocimiento general de los lectores (que twiter es muy efímero)


Lo primero es recabar los datos a través de una encuesta que ha demostrado que existe casuística suficiente, que los síntomas son claros, abundantes y significativos y lo mas importante, que son claramente perjudiciales para la salud


Una vez en posesión de los datos se contacta con un especialista (no valen especialistas en MFyC porque dan poco caché) experto e "independiente", a poder ser presidente o alto cargo de la Sociedad Científica para el estudio del SEP o en su defecto Jefe de algún Servicio referente.


Los mensajes deben de ser claros: Si usted nota esos síntomas, no lo dude ni tarde, hágaselo mirar que lo suyo tiene solución


Sepa que si lo deja se puede "hacer crónico" (como aquel catarro mal curado de su primo Antonio) y entonces las cosas serán mucho mas difíciles


Hay varias formas de enfocar el problema pero la más eficaz es un nuevo fármaco que viene de américa (pero no de la américa de abajo sino de los EEUU nada menos) que te lo soluciona en un pis-pas


Aunque sea normal que se lo comente a su médico de A.P., lo coherente es que se le derive a un especialista en esta nueva enfermedad ya que su manejo, sobre todo el farmacológico, requiere de una superespecialización ya que su MAP, por muy majo y leído que sea, no es capaz de controlar todos los aspectos del caso en su globalidad.


Si lo deja, si no se lo toma en serio, se han descrito casos que han llevado a situaciones tan extremas que si en alguna situación está justificado la atención precoz, con fármacos, es esta


Insistimos en que el fármaco es la opción mas eficaz, y la que mejor coste/oportunidad presenta. No tienen peso esas voces que cuestionan su eficiencia o su riesgo/beneficio.


Todo lo antedicho se basa en múltiples estudios y metaanálisis que están a buen recado en la sede central del laboratorio que ha investigado el fármaco y que casualmente se me ha olvidado citar. Pero no se preocupen que ya lo haremos. Tenemos previsto un macroestudio cuando las cifras de venta del producto hagan saltar la bolsa de Wall Street


Así que, estimados colegas, ser sensibles a esta nueva enfermedad. Acudid prestos a cuantas reuniones os inviten para conocer a fondo el tema y para estar al día de los nuevos fármacos para abordar con eficacia el (gran) problema que supone el SEP. El fármaco en cuestión, aunque en realidad sea una molécula de hace muchos años, al ponerle el prefijo "des", "es" o similar la cosa ya no es lo mismo, su eficiacia se ha disparado y sus efectos secundarios minimizados. Ni comparar, oiga, donde va a parar

3 comentarios:

  1. Rafa,
    En el decálogo olvidé algo superimportante, pero tú te has percatado: "No tienen peso esas voces que cuestionan su eficiencia o su riesgo/beneficio". No hay campaña de disease awareness que se precie a la que le falta este fundamental criterio: la ausencua total de críticas al concepto que quieren divulgar.
    El mercado de las enfermedades que afectan al sexo es un buen ejemplo de trastornos que suelen ser motivo de campañas de sensibilización. La disfunción eréctil (http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/08/29/noticias/1377791324.html) y la andropausia (http://inter-rev.foroactivo.com/t2852-disfuncion-erectil-andropausia-testosterona-el-nuevo-elixir-de-la-eterna-juventud) son clásicos!! Pero lo del trastorno euforizante postvacacional es genial!! Supera todo lo imaginable!
    Un abrazo y gracias!

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  2. Ja,ja, ja ¡¡genial!! A ver si hay suerte y podemos diagnosticar muchos de estos...

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  3. Ja,ja, ja ¡¡genial!! Ya podiamos diagnosticar muchos de estos...

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