domingo, 24 de febrero de 2013

Presentismo laboral: Comienzan a plasmarse los testimonios


Don Fernando de la Cueva Landa da testimonio de "su caso" con un razonamiento aplastante: "Es una lástima que esos días mis hijos no coman la mitad". ¿Qué hubiera pasado si en vez de una "gripe" hubiera presentando un cuadro infectocontagioso mas trascendente? ¿Alguien ha cuantificado los costes derivados de esta actitud cuanto menos imprudente?

Ah, Dº Fernando, lo de la mascarilla, guay, pero no se olvide de lavarse las manos un mogollón de veces.

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