domingo, 10 de junio de 2012

No hay nada como las morcillas de mi pueblo


Interesante debate el que plantea Laureano Simón, fundador y consejero delegado de las empresas Progenika y Oncomatrix, cuando lanza el lema

«No me subvencione, es mejor que me compre (los productos que fabrico)»

«nos resulta más fácil venderle a la sanidad alemana que a Osakidetza».

"Simón relató el apoyo que reciben las empresas norteamericanas del Gobierno federal, priorizando la compra de sus productos frente a los que proceden de otros países o incluso a los de las empresas de capital extranjero. Algo que echa «de menos» en nuestro país. En esta línea, criticó que la Administración vasca haya congelado un plan puesto en marcha en la legislatura anterior «para promover las compras públicas de las empresas vascas que están en la vanguardia de la innovación. Lo cierto -se lamentó- es que todavía sería más fácil vender en Alemania si te compran tus productos quienes están en tu entorno más cercano. «Hay fórmulas para hacerlo -señaló- respetando la legislación sobre competencia que impone la Unión Europea».

¿Acabaremos volviendo a los aranceles y dándole una patada en el culo al mercado globalizado? Me temo que no y es que es muy difícil ponerle puestas al campo del comercio. Pero la verdad es que parece lógico (es lo que te pide el cuerpo) echar una mano a los de casa y favorecer que las empresas del lugar puedan vender sus productos en su propio mercado interno aunque también nos gusta vender lo de casa fuera de casa y en este caso protestaríamos si otros ejercieran un proteccionismo que nos limitaran a los demás.

Complejo debate con respuestas múltiples pero viendo la (in)solidaridad de algunos con nosotros cuando las cosas van mal, a uno le sale la vena proteccionista aunque conceptualmente no le parezca la mas correcta.

1 comentario:

  1. Pues igual esto suena mal pero, ¿Que tal si en vez de hablar de competencia hablamos de cooperación? ¿y si en vez de hablar de proteccionismo le llamamos rentabilizar las inversiones que hemos hecho como pais en formación?¿Qué tal si nos protegemos de los palos que nos llueven con nuestros propios paraguas? Una cosa está clara, nadie, salvo nosotros mismos nos va a ayudar, y si los paraguas son malos pues habrá que hacerlos mejores.
    Un saludo
    Mafalda

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