domingo, 19 de febrero de 2012

Estar de baja laboral con la calculadora al lado


Uno empieza con estos cartelitos y se acaba en la letra pequeña de la famosa reforma del mercado laboral en la que se dice : Es causa de despido objetivo "Por faltas de asistencia al trabajo, aún justificadas pero intermitentes, que alcancen el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, o el 25 % en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de doce meses".

La empresa se puede acoger a las causas objetivas y abonar al trabajador solo 20 días de salario por año

Esta circustancia nos va a afectar de una forma directa como profesionales (y como trabajadores) aunque no sabemos como. Me imagino a un trabajador que tiene la mala suerte de enfermar en dos ocasiones en el palzo de dos meses y que esté en el límite de los días que fija la norma, sabiendo que incurre en causa objetiva de despido. ¿Qué puede hacer? ¿Irse a trabajar en camilla, si es preciso, para no superar la fatídica cifra?

Cuando se plantean estas cuestiones siempre pensamos en los maulas, que los hay, verdaderos profesionales del absentismo fraudulento. Pero para evitarlo o controlarlo no es de recibo que se ponga en marcha una apisonadora que aplaste sin dintinción a tirios y a troyanos y que pueda provocar verdaderas situaciones injustas y posiblemente incostitucionales.

Imaginaros que has cogido una gripe fetén y que siendo responsable, a los tres días, en cuanto ha mejorado la fiebre y aun con el cuerpo molido, te vas a currar. Pero a los quince días en una excursión bajando del Pagasarri te escoñas una rodilla. Sólo te quedan 5 días para ir al curro y claro, me temo que si la cosa es seria va a ser que no. Y si te operan de una hernia estrangulada. En 5 dias, currando, chaval. Que si el jefe quiere reducir personal se lo has puesto a huevo.
 
Porque además al maula, que se las sabe todas, le obligaran a cambiar de estrategia y pasará de las bajas cortas reiteradas a unas vacaciones de largo recorrido. Cambiará la gripe, la diarrea y la fiebre ocasional por unos lumbagos atroces, una depresión de caballo o cualquier circunstancia que esté fuera de esta absurda norma.

Lo que no tengo claro es si la causa objetiva de despido prescribe y si es así, cuando. No vaya a ser que te suelten de improviso que te echan porque hace dos años, faltaste mas de 8 dias entre febrero y marzo y que todavía es causa de despido.

¿Y las Mutuas? Menudo papelón les espera. Ya pueden hilar fino porque el borde de la navaja está afilado y lo mismo se te cuela gato por liebre que ya se sabe que cuando uno va encelado pierde el raciocinio y aumenta la posibilidad de equivocarse y ello conlleva asumir los errores y sus consecuencias.

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